La historia de Beto Pérez, creador de Zumba

8 de junio de 2021

La historia de Beto Pérez, creador de Zumba

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De dormir en un parque a empresario millonario

En el año 1999, un joven colombiano decide viajar a Estados Unidos en busca del sueño americano.  Durante un par de días, tuvo que dormir en el banco de un parque mientras buscaba un trabajo como instructor de aeróbicos en alguna una academia. Hoy en día este instructor, es un hombre millonario que logró desarrollar un método único para ejercitarse, el cual practican 14 millones de personas en 185 países¿Cómo lo logró?

El protagonista de esta historia es Alberto Pérez, quien nació el 15 de marzo de 1970 en la ciudad de Cali, Colombia.

Alberto, conocido desde siempre como “Beto”, es hijo de Gloria Pérez, una mujer que tuvo que criar a su hijo como madre soltera.

Como Beto no tuvo padre, ni tíos, ni hermanos, desde muy niño se comprometió a ayudar a su madre todo lo que pudiera, así comenzó a desarrollar una mentalidad emprendedora que lo llevaba a decirse continuamente: “No hay opción para fallar”.

Descubriendo su pasión por el baile

Durante su infancia tuvo múltiples empleos: trabajó como empacador de comestibles, vendedor de helados, mesero en un café y hasta como obrero en el área de la construcción. Sin embargo, su gran pasión era el baile, la cual descubrió cuando a los 7 años vio por primera vez la película “Grease”.

“Ir a cine en ese entonces era como ir a Disney, un gran acontecimiento en la vida de un niño, mi mamá me llevo a ver una película que se llama ‘brillantina’, cuando la veo, para mí fue una cosa mágica, se me despertó ese ‘bichito’ por el baile. Desde entonces, en cada fiesta o primera comunión que se hacía en la cuadra, yo iba a y hacia un baile.” -Dijo Alberto en una entrevista.

Su gran sueño de trabajar en el mundo del baile se tuvo que aplazar por un tiempo, todo debido a una tragedia: su madre fue víctima de una bala perdida, lo que la condujo a iniciar una nueva vida en Estados Unidos, lejos de su hijo, con el cual no se volvería reunir sino pasados 10 años.

Beto no se dejó superar por las circunstancias y siguió con determinación persiguiendo su sueño. Su primer logro fue ganar un concurso de lambada que se realizó a nivel nacional. Gracias a esta victoria fue admitido en una de las mejores academias de baile de Cali. Más tarde, esto posibilitó que pudiera emplearse como instructor de aeróbicos a los 16 años.

En una ocasión en 1987, el joven se alistó para una de sus clases, pero olvidó los casetes con música electrónica y pop de artistas como Madonna y Michael Jackson, que era la que solía utilizarse para los programas de aeróbicos. Desesperado, se le ocurrió ir a buscar unos casetes que tenía en el auto con música latina, principalmente con canciones famosas del merengue y la salsa. Con estos temas improvisó una rutina para sus alumnos.

El resultado del experimento fue un éxito rotundo. Al finalizar la clase, todos los asistentes lo alabaron y pidieron recibir a menudo ese tipo de rutinas. Luego, se comenzó a regar la voz del nuevo y divertido método con el que este profesor dirigía los aeróbicos, haciendo que muchas más personas llegaran a sus clases.

Al principio, a estas rutinas creadas por el joven caleño se les denominó “Latinaerobicos” o “Rumba”. En ellas mezclaba los conceptos del entrenamiento físico, con el entretenimiento y alegría del mundo de la fiesta.

En un momento determinado, Beto se dijo a sí mismo que era hora de dar el siguiente paso, lo cual lo llevó a establecerse en la ciudad capital de Bogotá. Allí siguió popularizando su proyecto y creciendo a nivel profesional por aproximadamente 13 años, en los que dicto clases como instructor de aeróbicos con su revolucionario método en los mejores gimnasios de la ciudad.

Emigrando en busca de oportunidades

Pese a que le iba muy bien, él soñaba con algo mucho más grande. Sabía que, aunque podía vivir de una manera tranquila siendo para siempre instructor de aeróbicos en Colombia, tenía potencial para crear un impacto global.

Guiado por esta ambición, en el año 1999 decidió emigrar a Estados Unidos en busca del llamado “sueño americano”.

Al comienzo, las cosas no fueron nada fáciles, pues no sabía inglés y se sentía completamente solo debido a que su madre ya había fallecido. En tres ocasiones realizó el viaje en busca de trabajo. Golpeó infinidad de puertas, pero siempre era rechazado.

En su cuarto viaje, la gerente de uno de los gimnasios más importantes de Miami le dio la oportunidad de audicionar. Eran solo Beto y ella, pero, el carisma del joven y su revolucionario método, llamaron la atención de los asistentes del gimnasio, quienes se unieron creyendo que era una clase. Luego de una hora de audición, entre aplausos y sonrisas Beto fue contratado, aunque tuvo que esperar un mes para comenzar a trabajar.

Junto con un amigo buscó un apartamento en un barrio llamado “La pequeña Habana”. El alquiler costaba $400 dólares, pero solo se lo podían entregar pasados dos días.

"Dormí en un banco de un parque hasta que me pude mudar a un departamento, así que la vida fue bastante difícil. Recuerdo mirar las estrellas con mi amigo y pensar: ´vos te imaginas, cuando estemos contando esta historia, cuando seamos famosos´." -Fueron sus palabas.

Las cosas empezaron a mejorar una vez inició sus clases de aeróbicos. Para su sorpresa, al público norteamericano le encantaba su modalidad de entrenamiento con música latina.

Nace un imperio en la industria del baile: Zumba

Poco a poco, se corrió la voz en Miami de que existía un instructor de aeróbicos muy particular. Esto llevó a que en una ocasión una de sus alumnas se acercara y le presentara a su hijo, Alberto Perlman, y a un amigo del joven llamado Alberto Aghion. Ambos le revelaron a Beto lo fascinados que estaban con sus clases y le propusieron llevar la idea al siguiente nivel, estableciendo una sociedad para crear una empresa en torno a su talento. Él aceptó e inmediatamente empezaron a trabajar en el proyecto.

Lo primero que debían determinar era el nombre con el que designarían la marca. Los tres socios consideraron que el nombre “Rumba” estaba bien para determinados territorios latinos, pero que sería muy difícil de pronunciar para gente de habla inglesa. Entonces, a Beto se le ocurrió la solución: la palabra indicada era “Zumba”, la cual expresa sus dos componentes, la pasión por el ejercicio y los métodos divertidos para realizarlo. Al encontrar el nombre apropiado, la marca Zumba Fitness fue oficializada en el año 2001.

El objetivo inicial de la empresa era la venta de DVDs para la realización de ejercicio casero, en los cuales aparecía Beto como protagonista guiando la coreografía. Como no contaban con mucho presupuesto, la producción de estos videos se hacía con los recursos que tuvieran a la mano, y procuraban darles publicidad a través de los conocidos infomerciales, que siempre han sido muy efectivos.

"¡No teníamos dinero! Trabajamos en nuestro departamento y nuestra primera grabación fue en el garaje de Alberto Aghion con una sábana de su cama detrás.” -Mencionó Beto.

Los DVDs tuvieron una recepción aceptable. No obstante, con el paso del tiempo empezaron a contactarlos un sinnúmero de personas que, entusiasmadas, le preguntaban al equipo de Zumba qué tenían que hacer para convertirse en “instructores capacitados”. Los emprendedores vieron en la petición una oportunidad de oro y rápidamente decidieron ofrecer un servicio de capacitación que finalizaría con un certificado como instructor de Zumba, todo a un precio razonable.

En el año 2003, el número de personas inscritas fue de 150. Un año más tarde, el número ascendió a 700. Para los años siguientes, el número aumentaría considerablemente, superando fácilmente más de 100 mil inscripciones por todo el mundo, formando instructores que harían popular la nueva forma de hacer aeróbicos hasta en las ciudades más remotas del mundo.

Gracias al éxito del fenómeno Zumba, empezaron a surgir diversas oportunidades de diversificación para la empresa. Primero, a través de la creación de una línea de ropa de la marca adecuada para la práctica fitness, cuyas prendas incluyen diseños para mujeres, hombres y niños. Luego, vendrían las sorprendentes ofertas para el desarrollo de videojuegos para las consolas X-Box y Nintendo Wii, para las cuales se crearon versiones de Zumba con una jugabilidad que le permitía a los usuarios seguir los pasos y coreografías de manera lúdica.

También, un gran número de músicos contactaron al equipo de Zumba para generar proyectos juntos, como los artistas del género urbano Daddy Yankee y Don Omar, que fueron los primeros en crear discos específicamente para Zumba. Otros artistas con los cuales Beto y su equipo han trabajado son Jennifer López, Bad Bunny, DJ Steve Aoki, Pitbull, Wisin, Yandel y hasta el cantautor Willy Chirino, con quien crearon una sensacional rutina guiada con el son de la salsa, el género musical más representativo de su natal Cali.

Como llegó a ser tan reconocido por su disciplina, el exitoso bailarín en una oportunidad fue contratado por la estrella del pop Shakira con el objetivo de que creara varias coreografías para algunas de sus canciones. De esta relación profesional surgiría una gran amistad. Incluso, Beto se encargó de practicar con la cantante colombiana ciertos pasos que emplearía para la ceremonia de Clausura en 2010 de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA.

Un descubrimiento de Beto, al ver el éxito mundial de su marca, fue que es un absoluto mito que sólo los latinos tienen un sabor único y alegre al danzar; pues en los eventos masivos que ha tenido en países como Inglaterra, Japón, Indonesia, Filipinas, Rusia o India, no ha podido más que reconocer que en todas las culturas del mundo hay una gran energía y un gran talento a la hora de bailar y divertirse con ritmos de todo tipo, en especial con los propios de su emprendimiento latinoamericano.

Reconocimientos y polémicas en la vida de Beto Pérez

Para el año 2018, luego de una gira de zumba por Europa, el Consulado de Colombia en Londres ve en la biografía de Alberto Pérez una gran historia que contar, y que le da un aire nuevo a la televisión colombiana, en la cual abundan las historias de narcotráfico y violencia. De esta forma, se inicia la producción de la serie de televisión “Nadie me quita lo bailao”, conocida también como “Zumba: despierta tu pasión”, una historia producida por Fox Telecolombia para RCN Televisión que más tarde llegaría a Telemundo Internacional. La serie consta de 55 episodios, dirigidos por Germán Porras y Mónica Botero, que cuentan todos los pormenores y logros de la vida de Beto. Al experto bailarín lo interpreta el reconocido actor colombiano Julián Román.

Pero no todo ha sido color de rosa en la vida de Alberto. A comienzos de los 2.000, se publicó un vídeo en el que él aparecía teniendo relaciones íntimas con una reconocida actriz colombiana que fue su pareja en el pasado. El hecho desencadenó una enorme polémica y al joven se le acusó de presuntamente haber filtrado el vídeo; sin embargo, él siempre negó esa versión de los hechos. Aunque nunca se comprobó su culpabilidad, el caso aún sigue generando toda clase de opiniones, tanto a su favor como en su contra.

Actualmente, Beto tiene 51 años, cuenta con una fortuna personal de más de $30 millones de dólares y sigue ejerciendo como bailarín, coreógrafo y director de su empresa Zumba. Se estima que su compañía tiene un valor de más $500 millones de dólares, según El diario The New York Times. Hoy en día más de 14 millones de personas en 185 países son practicantes de Zumba. La marca cuenta con una gran variedad de programas, como Zumba Toning, Aqua Zumba, Zumba Sentao, Zumba Gold, para personas mayores de edad, Zumba Niños y Zumba Kids Jr., entre otros.

Así concluimos la apasionante historia de Alberto Pérez, un emprendedor que labró su propio destino forjando desde muy joven una mentalidad de éxito que lo llevó a luchar día a día por su sueño de vivir del arte, logrando construir una exitosa marca e impactando a millones de personas que han encontrado una forma saludable de disfrutar la fiesta de la vida mientras se ejercitan físicamente. En sus propias palabras:

“Muchas veces la perseverancia y la paciencia llegan más lejos que el talento. Hay mucha gente con talento y uno los ve por ahí sin hacer nada, y es porque no tienen paciencia o porque creen que son muy buenos y entonces necesitan llegar rápido al éxito. Si uno tiene un poquito de talento, pero tiene mucha paciencia y mucha perseverancia, lo puede lograr.”

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