La historia de Ralph Lauren, el exitoso diseñador que comenzó vendiendo corbatas y construyó una empresa multimillonaria

17 de julio de 2022

La historia de Ralph Lauren, el exitoso diseñador que comenzó vendiendo corbatas y construyó una empresa multimillonaria

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A la edad de 28 años, trabajaba como vendedor de corbatas y decidió comenzar a hacer sus propios diseños para imprimirles un estilo personal. 10 años más tarde, se había convertido en uno de los diseñadores más prestigiosos, ricos y exitosos del mundo, tras crear una compañía que a día de hoy está valorada en más de $6.100 millones de dólares¿Cómo lo logró?

De vendedor de corbatas a empresario millonario: Caso Ralph Lauren

El protagonista de esta historia es Ralph Lifshitz, conocido mundialmente como Ralph Lauren, quien nació el 14 de octubre de 1939 en el seno de una humilde familia judía que se vio obligada a emigrar de Bielorrusia a Estados Unidos.

Ralph creció en El Bronx, Nueva York, en medio de enormes dificultades económicas junto a sus tres hermanos mayores y sus padres. Como vivían en una casa bastante modesta, los cuatro hermanos debían compartir la misma cama. Quizás por esa dura experiencia de la infancia fue que Ralph se propuso una ambiciosa meta desde muy pequeño. Cuando le preguntaban qué quería ser de mayor, contestaba con determinación: “Quiero ser millonario”.

En su adolescencia, desarrolló un gran amor por los clásicos del cine, los cuales influenciarían fuertemente su forma de vestir y se convertirían en una de sus fuentes de inspiración.

Cuentan sus hermanos y algunos amigos de la infancia, que Ralph siempre tuvo algo especial. Era un chico que destacaba fácilmente por su personalidad y estilo. Creativamente combinaba prendas y elementos en su vestimenta y conseguía ser el centro de atención a donde iba.

Un día, cuando Ralph tenía 16 años, su hermano mayor, Jerry Lifshitz, le propuso que cambiaran su apellido, pues solían ser objeto de burlas por parte de sus compañeros porque la pronunciación de su apellido original sonaba similar a “shit” (que significa excremento en inglés). Ambos estuvieron de acuerdo y adoptaron el apellido Lauren. Según algunos comentan, esta elección se debe a que una de las actrices favoritas de Ralph era Lauren Bacall, a quien admiraba por su glamour y estilo.

Biografía de Ralph Lauren

Sus inicios en la industria de la moda

Tras terminar sus estudios básicos, Ralph empezó a estudiar negocios en el Colegio Baruch de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, pero se retiró después de dos años.

En 1962, se unió al Ejército de los Estados Unidos y prestó servicio militar durante dos años. A su regreso, consiguió trabajo como asistente de ventas en una empresa llamada Brooks Brothers, dedicada a la producción y comercialización de ropa para diferentes segmentos.

En 1964, cuando tenía 24 años, comenzó a salir con una chica llamada Ricky Ann Loew-Beer, quien se convertiría en su esposa y en su más grande musa de inspiración.

Luego de su paso por Brooks Brothers, Ralph empezó a trabajar vendiendo corbatas en la empresa Rivetz, y, eventualmente, pasó a trabajar a otra empresa fabricante de corbatas llamada Beau Brummell. Para este momento, su estilo al vestir se había vuelto muy sofisticado, de hecho, él mismo diseñaba su propio guardarropa porque no se sentía conforme con las prendas que encontraba en el mercado, entonces iba a donde su sastre de confianza para que le ayudara a materializar todas sus ideas.

En aquella época, las corbatas comúnmente eran estrechas y largas, pero a Ralph no le gustaban del todo, así que se le ocurrió crear unas corbatas acordes con su estilo.

“Las vendía y decidí comenzar a diseñarlas porque vi que había muchas cosas que podía hacer mejor. No tenía ninguna formación en diseño, no sabía coser ni bocetar, pero tenía ojo.” -Comentó el empresario en una entrevista.

Lleno de determinación, empezó a trabajar en su proyecto y diseñó unas corbatas anchas e inusuales tomando inspiración de aquellas películas clásicas que tanto le encantaban. En 1967, lazó su colección, a la cual llamó “Polo”, esto debido a que le gustaban los deportes y pensó que el nombre de ese deporte sonaba atractivo y sofisticado.

Con su producto listo, se dirigió a hablar con un representante de la cadena de tiendas Bloomingdale’s, las cuales veía como su gran oportunidad para abrirse paso en el mercado.

El representante de Bloomingdale’s le dijo que las corbatas eran muy anchas, que debía hacerlas más angostas y quitarles su marca para ellos poder comercializarlas.

En ese momento, Ralph debía tomar una importante decisión: ceder ante las peticiones de una gran empresa para asegurar un importante contrato o ser fiel a su instinto y buscar otras opciones de comercialización para su producto. Con total convicción, cerró su portafolio y salió del lugar confiando plenamente en el potencial de sus diseños.

Ante la negativa, optó por vender las corbatas directamente, así que consiguió un pequeño espacio en el Empire State Building, donde se instaló con un cajón y empezó a escribir su propia historia.

Tiempo después, el representante de Bloomingdale’s lo contactó para decirle que querían sus corbatas. Negociaron y llegaron a un acuerdo para empezar a venderlas en diferentes tiendas de la cadena.

El éxito de las corbatas fue inmediato, llegando a facturar más de $500 mil dólares en su primer año. El mercado masculino se dejó seducir rápidamente por las inusuales corbatas Polo de Ralph Lauren, sin embargo, surgió un inconveniente: el nudo ancho de las corbatas no encajaba en los cuellos de las camisas concebidas para accesorios más delgados. Entonces, el siguiente paso para Ralph fue diseñar las camisas que funcionaran con sus corbatas. Luego, diseñó chaquetas americanas que sentaran bien con esas camisas. Finalmente, diseñó el outfit entero.

Ante el éxito de sus productos, Ralph le propuso a Marvin Traub, quien era el CEO de Bloomingdale’s, crear una tienda exclusiva de Polo by Ralph Lauren, lo cual era una apuesta muy arriesgada teniendo en cuenta que en la época no era común que diseñadores masculinos tuviesen sus propias tiendas, lo común era que los hombres recurrieran a sastres a la hora de armar sus outfits. Marvin decidió darle la oportunidad a Ralph y así se creó la primera tienda Polo en 1970, que prácticamente marcó el inicio de una nueva era en la industria de la moda masculina.

En 1971, el emblemático logo del jugador de polo en su caballo hace su debut en una nueva línea de camisas para mujeres. Ralph confiesa que no fue fácil para él diseñar ropa de mujer porque, cuando se trataba de ropa para hombres, simplemente seguía su instinto y creaba pensando en lo que a él le gustaría usar. Para afrontar el reto, se inspiró en su esposa, consiguiendo así adaptar el estilo característico de su marca al público femenino.

“Mi esposa, Ricky, es mi musa. Ella es una mujer hermosa, un icono de estilo, siempre ha sido una fuente de inspiración y, a menudo, pienso en ella cuando diseño.” –Afirma Ralph.

En 1972, Polo presentó una colección completa para mujeres y lanzó el que es considerado como el producto más exitoso en toda su historia: el polo, una mezcla entre camiseta y buzo en 24 colores que gozó de un éxito instantáneo. Aunque Ralph Lauren no inventó la prenda como tal, si fue quien se encargó de convertirla en un icono de la moda mundial. Eventualmente, el polo sería añadido a una colección en el museo de arte moderno y sería considerado como uno de los artículos de ropa más importantes de las últimas décadas.

Biografía de Ralph Lauren

Los retos de una empresa en crecimiento

A medida que las ventas aumentaban, Polo se expandía ampliando su capacidad de producción y estableciendo nuevas tiendas. Desafortunadamente, este crecimiento acelerado ocasionó que los costos operativos se elevaran demasiado y la compañía entró en una crisis que estuvo a punto de llevarla a la quiebra.

Ante la difícil situación, Ralph realizó una serie de ajustes estratégicos para optimizar los costos y tomó todos sus ahorros para invertirlos en el negocio. Además, se apalancó en un préstamo que le realizó Bloomingdale’s, logrando así estabilizar las finanzas de la empresa.

En 1974, Ralph Lauren se encargó de diseñar el vestuario de la película “El Gran Gatsby”, de Scott Fitzgerald, protagonizada por Robert Redford y Mia Farrow.

En 1975, vistió a James Coco y a Raquel Welch, protagonistas de la película “Fiesta Salvaje” de James Ivory.

Igualmente, en 1977, estuvo a cargo del guardarropa de la actriz Diane Keaton en la película “Annie Hall”, de Woody Allen.

Estas apariciones en el mundo del cine ayudaron a posicionar la marca Polo como una de las más importantes de la moda estadounidense.

En 1978, la compañía decide incursionar en el mercado de los perfumes con su fragancia Polo for Men, la cual fue presentada en un comercial para televisión que contó con la participación de jugadores de polo en acción. Posteriormente agregaría a su catálogo también perfumes para mujeres.

En 1979, Ralph Lauren se inspira en el estilo del Oeste Norteamericano y lanza la colección Polo Western, con prendas tanto para hombre como para mujeres.

“Tomo cosas de mundos diferentes. Hay ciertas cosas que amo: el ejército, los safaris, el oeste y la equitación inglesa… todas son historias románticas. Cuando trabajo en una colección, pienso en los personajes, en personas, películas y libros; todo es parte de lo que ocurre y que surge. Son cosas que no sabía que tenía, que no sabía que eran parte de mí y se revelan cuando trabajo. Mi infancia, mi crianza y mis sueños del futuro; todo lo que he experimentado y todo lo que he visto.” –Dice Ralph acerca de su proceso creativo.

En 1981, Polo inicia su expansión internacional estableciendo una tienda en New Bond Street, Londres, siendo esta la primera tienda de la marca fuera de Estados Unidos y la primera tienda independiente de un diseñador americano en Europa. Ese mismo año se lanza la colección Santa Fe, inspirada en el arte y el encanto natural del suroeste estadounidense.

En 1983, Ralph Lauren, frustrado por la falta de opciones y poca calidad en el mercado de productos para el hogar, decide crear su propia colección: Ralph Lauren Home, la cual incluye una amplia gama de ofertas que van desde ropa de cama y alfombras hasta muebles y decoración, todo con la esencia y el estilo característico del exitoso diseñador.

“Todo lo que he hecho se basa en mi visión de lo que me gustaría, lo que quiero para mis hijos, para mi esposa y para mi casa. Nadie me dijo qué era lo de hoy, nadie me dijo: ¡hazlo!, lo hice yo… Siempre he creído en un estilo clásico y atemporal, que conjugue elegancia y un espíritu libre. Lo que realmente me interesa es el estilo de vida que hay detrás de la persona que lleva mis diseños.” –Afirma el empresario.

En 1984, la empresa lanza la colección Safari, la cual fue diseñada tomando inspiración del continente africano.

Caso Ralph Lauren

Revolucionando el sector de la moda con sus diseños y estrategias

Algo que siempre ha caracterizado el estilo de Ralph Lauren, es que sus diseños cuentan historias. Cada colección se crea como si se tratase del vestuario de una película en la que los personajes viven diversas situaciones típicas de la vida americana; sin embargo, Ralph se dio cuenta de que en sus tiendas esas historias perdían vida, así que se propuso a construir una nueva experiencia para sus clientes. Para lograrlo, arrendó la Casa de Gertrude Rhinelander Waldo, una mansión de estilo neorrenacentista francés ubicada en el 867 Madison Avenue en la esquina de East 72nd Street, y la reformó para convertirla en una tienda insignia en la que podía dar vida a todas sus historias. La obra duró aproximadamente 18 meses en materializarse y costó alrededor de $15 millones de dólares. La tienda fue inaugurada en 1986 y representó una verdadera revolución en el sector de las compras minoristas.

En 1991, Polo lanzó un particular oso de peluche de edición limitada vestido con ropa de la marca. Dicho oso estuvo inspirado en un osito que el personal le regaló a Ralph. Al ver el éxito del oso en el mercado, decidieron comenzar a utilizarlo como un sello de la marca, bordándolo en jerséis, zapatillas y accesorios.

En 1992, se presenta la colección Stadium de la nueva línea Polo Sport, una propuesta de ropa de diseño técnico con atractivos estampados gráficos inspirada en el mundo del atletismo. El objetivo de esta línea era empezar a competir con marcas como Nike, Adidas, Reebok y Puma. Desde entonces, la compañía ha desarrollado prendas para la práctica de disciplinas tan exigentes como el esquí, la náutica, el golf y la hípica.

En 1993, Ralph Lauren lanzó una colección especial a la que llamó Double RL, la cual incluía prendas basadas en su visión más personal.

“Este es mi armario. No es moda, es algo real.” -Expresó el diseñador al momento de presentar la colección.

En 1995, se lanzan Purple Label, una colección de ropa inspirada en lo más sofisticado de la sastrería europea; y Ralph Lauren Paint, una línea de pinturas con más de 400 tonos exclusivos basados en estilos de vida.

En 1997, la compañía Ralph Lauren Corporation decide salir a bolsa tras superar los $1.000 millones de dólares en ventas anuales, recaudando un total de $767 millones de dólares en su Oferta Pública Inicial (IPO).

En 1999, luego de conquistar diversos mercados con su marca, Ralph Lauren incursiona en un sector más abriendo su primer restaurante en la ciudad de Chicago.

Fortuna de Ralph Lauren

Afrontando los retos de la moda en la era digital

En el año 2000, la empresa se monta en la ola digital lanzando el sitio web Polo.com, sin embargo, su objetivo no era enfocarse exclusivamente en las ventas online, sino brindar una experiencia completa a sus visitantes ofreciéndoles interacciones digitales inmersivas, entrevistas exclusivas, consejos de estilo y presentaciones en directo de desfiles de pasarela de la marca.

En el 2006, Ralph Lauren se convierte en el proveedor oficial del torneo de tenis de Wimbledon; y, en el 2008, se convierte en el proveedor oficial del equipo de Estados Unidos en los juegos olímpicos y paralímpicos que se realizaron en Pekín.

Durante los siguientes años, la compañía continuó su expansión estableciendo nuevas sucursales, tiendas insignias y restaurantes en ciudades como París, Nueva York, Chicago y Milán. Además, desarrolló un concepto de bar en Nueva York e inició una cadena de cafeterías que ya cuenta con varios establecimientos alrededor del mundo.

En el 2015, teniendo en cuenta los desafíos que propuso la era digital, la marca definió como una de sus prioridades la conquista de los millenials y la generación Z. Ese mismo año, Ralph Lauren dio un paso al costado y dejó el cargo de CEO de la compañía, manteniéndose como presidente ejecutivo y director creativo.

En el 2018, la compañía presentó en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang un innovador abrigo que proporciona hasta 11 horas de calor controlado electrónicamente mediante un exclusivo sistema técnico integrado. Aunque la prenda fue exclusiva para el equipo olímpico estadounidense, sirvió como base para el posterior desarrollo de abrigos comerciales con tecnología similar.

En el 2020, con la crisis provocada por la pandemia, Polo Ralph Lauren se vio en la necesidad de emprender cambios para ajustar las finanzas empresariales a la nueva realidad económica.

En el camino de la recuperación, y con el propósito de evolucionar sus plataformas online para atraer a las nuevas generaciones, la empresa reforzó sus inversiones en marketing con una importante apuesta en la publicidad digital y las redes sociales.

Producto de esta visión innovadora que adoptó, es su colaboración con la empresa tecnológica Snap Inc., matriz de las aplicaciones Snapchat, Spectacles, Bitmoji y Zenly. La alianza produjo la primera colección digital de la firma, prendas que son utilizadas de forma virtual por los avatares de Bitmoji.  También, ofrece la opción de adquirir los outfits a través de sus tiendas físicas o desde su página web.

Luego, la compañía incursionó en el mundo de los videojuegos a través de una alianza con G2 Esports, una de las marcas de entretenimiento y deportes electrónicos más grandes del mundo. Y, recientemente, anunció que está lista para conquistar el Metaverso con ropa digital y la creación de experiencias virtuales para sus clientes.

Sin perder la esencia del lifestyle que siempre ha vendido su marca, el diseñador demuestra que, a sus 82 años, es capaz de reinventarse para mantenerse en la cresta de la ola.

“Siempre va a haber cambios y no te puedes dormir en los laureles: debes saber cómo se siente la gente y por qué, y proyectar tu trabajo en ello… Quiero seguir mejorando. Ahora es un poco más duro de lo que solía ser, no puedes dar nada por seguro, pero está bien que sea así.” -Afirmó Ralph en entrevista con el diario El País de Madrid.
Historia de Ralph Lauren

Ralph Lauren, uno de los empresarios más ricos y exitosos de la industria de la moda a nivel global

Actualmente, la empresa Ralph Lauren Corporation (RL) tiene un valor en el mercado de más de $6.100 millones de dólares, factura más de $6.400 millones de dólares anuales, genera empleo para más de 24 mil personas y cuenta con más de 13 mil puntos de venta en todo el mundo. Ralph Lauren, por su parte, tiene 82 años, posee una fortuna personal de $6.500 millones de dólares, ubicándose en la posición número 350 entre las personas más ricas del mundo según la revista Forbes, y continúa ejerciendo como presidente ejecutivo y director creativo de su imperio empresarial, controlando el 84% de los derechos de voto. A lo largo de su exitosa carrera como diseñador y empresario ha cosechado importantes reconocimientos, como el Premio Coty de la Moda, galardón a la Leyenda de la Moda Americana, las llaves de la Ciudad de Nueva York, Caballero de la Legión de Honor Francesa y la Orden del Imperio Británico, entre otros.

En el documental “Very Ralph”, producido por Susan Lacy para HBO, se menciona que gran parte del éxito de Ralph Lauren se debe a que él logró construir su propia versión del sueño americano con una influencia de la sofisticación europea a través de sus diseños, consiguiendo así que su marca se volviera aspiracional entre diferentes segmentos del mercado. Además, la compañía redefinió la forma de hacer marketing en la industria de la moda agregando autenticidad al mensaje a través de los estilos de vida en que se inspiraba y las historias que quería contar. Cada anuncio publicitario que lanzaba era como un cortometraje que ponía a soñar a los consumidores. Y, es importante mencionar que, pese a que Ralph Lauren siempre ha sido fiel a su estilo clásico y atemporal, nunca ha tenido miedo de desafiar estereotipos para desarrollar nuevos conceptos que le permitieran llevar sus historias a escenarios sin explorar. Algunas de sus estrategias de marketing más características son: mostrar en las tiendas conjuntos completos en lugar de prendas individuales, diseñar escenas y personajes con los que las personas se pudieran sentir identificados, usar principalmente personas del común en lugar de famosos en las campañas publicitarias, adquirir varios espacios publicitarios en revistas para poder contar historias a través de las páginas y construir una narrativa en torno a un estilo de vida aspiracional. Entre sus clientes se encuentran personalidades como Barack Obama, Joe Biden, Oprah Winfrey, Woody Allen, Hillary Clinton, Morgan Freeman, Melania Trump y Kanye West, entre muchos otros; incluso, hasta el Príncipe Carlos y la Princesa Diana llegaron a utilizar prendas de su marca.

Pero Ralph no solo destaca por sus habilidades para la moda y los negocios. A nivel social, en compañía de su esposa Ricky ha liderado diversas causas filantrópicas. Juntos han apoyado mundialmente la lucha contra el cáncer a través del lanzamiento de colecciones especiales como la Pinky Pony, organizando galas benéficas, realizando campañas de recolección de fondos y apoyando el financiamiento de centros de investigación que desarrollan tratamientos para la enfermedad. El interés del diseñador por impulsar la cura del mal se deriva de su propia experiencia. En 1987 le detectaron un tumor cerebral y lo venció mediante cirugía.

"Tuve cáncer cerebral, lo superé muy bien, fui muy afortunado. Recuerdo cuando mi amiga Nina Hyde, editora de moda de The Washington Post, me contó que tenía cáncer de mama; recurrí a la industria de la moda con el fin de dar voz y apoyo a este tema. Ella murió y un día me pregunté: ¿Qué más puedo hacer?" -Son sus palabras al respecto.

El apoyo a las víctimas del VIH y de desastres naturales, así como a causas relacionadas con el respeto a la diversidad y la preservación del medio ambiente, son también parte de sus desvelos humanitarios y ecológicos.

Pero para Ralph no todo es trabajo. Una de sus pasiones es coleccionar automóviles. Mientras la mayoría de los millonarios invierten fortunas en cuadros y esculturas de artistas famosos, él se ufana de una colección de 70 vehículos clásicos valorada en $300 millones de dólares, pues considera que los autos son arte en movimiento. Su colección, considerada entre las más importantes del mundo, pasó casi desapercibida hasta 2011, cuando el Museo del Louvre, en París, le dedicó la exposición “The Ralph Lauren Car Show”. Fue la primera vez que el público tuvo acceso a una veintena de sus ejemplares exclusivos. Posee piezas como un Mercedes SSK Count Trossi (1930), un Porsche 550 Spyder (1955), un Jaguar D-Type (1950), un Ferrari 250 GTO (1962) y un McLaren F1 LM (1996). Aunque su favorito es un Morgan Plus 4 DropHead Coupe de 1955, para los conocedores la joya de la corona es un Bugatti 57SC Atlantic, de 1938, del que actualmente solo existen dos unidades en el mundo.

En cuanto a su vida personal, es un hombre de familia y disfruta compartiendo con su esposa y sus tres hijos: Andrew, David y Dylan. De ellos, solo David, el segundo, ha incursionado en la firma Ralph Lauren, donde actualmente ocupa la vicepresidencia. Andrew, el mayor, es productor de Hollywood, mientras que Dylan, la menor, es dueña de una cadena de golosinas.

Así concluimos la inspiradora historia de Ralph Lauren, un ambicioso diseñador y empresario que no tuvo miedo de seguir su instinto para crear su propia versión del mundo, convirtiéndose así en una de las personas más ricas, influyentes y exitosas de la industria de la moda a nivel global. En sus propias palabras:

“El estilo es muy personal. No tiene nada que ver con la moda. La moda termina rápido, el estilo es para siempre. Yo no hago ropa para los críticos de moda, sino para la gente real.… En realidad, odio la moda. Nunca he seguido las tendencias, sino mi propia voz. Apuesto por prendas que tienen una narrativa, calidad y longevidad. He sobrevivido 52 años haciendo lo que hago, no me ha ido mal y parece que hoy en día se entiende mucho mejor que hace décadas.”

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