La historia del emprendedor que se quedó sin empleo y se hizo millonario con una empresa de salsa picante

22 de marzo de 2023

La historia del emprendedor que se quedó sin empleo y se hizo millonario con una empresa de salsa picante

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A la edad de 16 años, perdió su empleo como ayudante de construcción y pensó en emigrar a Estados Unidos en busca de oportunidades, pero su padre lo convenció de que se quedara en el país e iniciara su propio negocio. Lleno de escepticismo, decidió seguir el consejo de su padre y comenzó a producir salsa casera. Hoy en día, su empresa es una de las más queridas en México, vende más de 100 mil salsas al día, factura más de $13 millones de dólares anuales y exporta a diversos países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y España¿Cómo lo logró?

La historia de Roberto López Flores, fundador de Salsa Huichol

El protagonista de esta historia es Roberto López Flores, quien nació en 1933 en el municipio de Xalisco, ubicado en el estado de Nayarit, México.

Todo comenzó en el año 1949. El joven Roberto de 16 años trabajaba como ayudante en el sector de la construcción, pero, tras finalizar una obra, su jefe lo despidió y le dio como liquidación $40 pesos mexicanos de la época, equivalentes a unos $50 dólares actuales.

Frustrado por lo sucedido, pensó en emigrar a Estados Unidos en busca del llamado “sueño americano”, así que fue a hablar con su padre para comentarle. Don Cayetano, su padre, le sugirió que no se fuera, que mejor se quedara. Roberto lo miró y le dijo: “¿Pero pues de qué me voy a mantener?”, a lo que Don Cayetano respondió: “Vamos a hacer salsa”.

Don Cayetano aprendió a hacer salsa picante gracias a sus padres, quienes habían establecido una cantina llamada “El Milagro”, en la ciudad de Tepic, capital de Nayarit. Su padre se encargaba de servir las bebidas y atender a los clientes, mientras que su madre preparaba la salsa picante para servir como acompañamiento de las botanas, que son aperitivos que suelen entregarse en México para compartir antes de las comidas principales o para acompañar alguna bebida. Dicha salsa era uno de los mayores atractivos del lugar.

Al morir su madre, Don Cayetano se vio en la necesidad de aprender a preparar la salsa para ayudar a su padre en la cantina, pero eventualmente el lugar fue cerrado y Don Cayetano ya solo la preparaba para consumo propio o para compartir con sus amigos.

Al quedarse Roberto sin empleo, Don Cayetano decidió heredarle la receta para que continuara con el legado que había iniciado su madre. Le dijo que fuera a la tienda y, con el dinero recibido por la liquidación, comprara 1 kilo de chile cora, condimentos y botellas vacías, y que buscara un molino de mano.

Aunque Roberto tenía mucho escepticismo al respecto, igual le hizo caso y fue a conseguir todo lo que necesitaba.

“No le tenía mucha confianza a ese negocito, pero por obediencia le hice caso.” -Confesó Roberto.

Iniciando su propio negocio de salsa picante

Con el dinero invertido, logró producir un total de 40 botellas de salsa. Así nació la empresa “Salsa Cora”, por el tipo de chile que utilizaba, pero luego cambiaría el nombre por “Salsa Huichol” para honrar a la cultura originaria de la región de Nayarit.

Para venderlas, Roberto salió en su bicicleta ofreciéndolas en cantinas y fondas de la zona. En solo un par de horas consiguió vender todo el producido.

Emocionado por los resultados, reinvirtió las utilidades en producir más salsas, siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de su padre.

Poco a poco, la salsa comenzó a hacerse muy popular. Los clientes cada vez demandaban mayor cantidad del producto.

Inicialmente, todo el proceso de producción era totalmente manual. Roberto se encargaba de moler los ingredientes, empacar y etiquetar las botellas. La fábrica la tenía instalada en su propia casa; incluso recuerda que, en ocasiones, él y sus seis hermanos no podían dormir porque el olor a chile era muy fuerte e inundaba las habitaciones.

En aquella época, entre semana Roberto se encargaba de la producción y los fines de semana salía a vender.

Para 1955, la Salsa Huichol ya era la más vendida en todo el estado de Nayarit, por lo que la empresa se propuso a expandirse a otros mercados. Las entregas las realizaba Roberto en un auto viejo que su tío le había heredado.

En los siguientes años, amplió la distribución a Sinaloa, Sonora, Baja California y otros estados de la zona del Pacifico Norte.

Consolidación y expansión de Salsa Huichol

Conforme aumentaba la demanda del producto, se vio en la necesidad de mecanizar la producción, lo cual fue un reto enorme para Roberto porque disfrutaba mucho producir de forma artesanal, tal como le enseñó su padre; sin embargo, esto fue necesario para continuar creciendo.

En 1979, la empresa da un paso enorme en sus planes de expansión iniciando exportaciones a Estados Unidos. Luego llegaría también a Canadá y algunos países de Europa.

Salsa Huichol, con sabor, constancia y tradición, se fue haciendo un espacio en la mesa y en el corazón de sus clientes, convirtiéndose en uno de los productos más conocidos y emblemáticos de México.

Por décadas, Roberto se negó a realizar cualquier cambió a la receta original de la salsa, pero finalmente decidió innovar y ya se han lanzado cuatro nuevos sabores que acompañan a la tradicional Salsa Huichol, la cual sí se mantiene con la receta original con la que inició la empresa. Los nuevos sabores son: Habanera, Negra, Limón y Botanas. Cada una de ellas con un sabor particular para acompañar diversos tipos de alimentos y para desafiar hasta los paladares más sofisticados, pero todas garantizando una calidad excepcional y el uso de ingredientes 100% naturales.

En el 2014, la compañía comenzó a invertir en la instalación de paneles solares con el objetivo de producir su propia energía y ser una empresa más ecológica y autosostenible, además de conseguir una reducción en sus costos operativos.

A medida que la empresa fue creciendo, a Roberto le fueron llegando propuestas de grandes compañías interesadas en comprar Salsa Huichol, pero no aceptó ninguna porque quería que continuara siendo una empresa familiar, pues considera que un factor clave de su éxito es justamente el trabajo y apoyo de su familia.

“Me entregué por completo a este negocio, y con satisfacción vamos adquiriendo mercados muy bonitos, mercados increíbles que nos están comprando el producto. Es difícil llegar a ese nivel, pero llegamos. Aquí no hay lujos, no hay un coche Audi o un Mercedes, o cosas por el estilo, todo es dedicado al crecimiento y a la compra de equipo actualizado.” –Dijo Roberto en una entrevista.
Historia de Salsa Huichol

El legado de Roberto López y Salsa Huichol

El 27 de octubre del 2019, luego de toda una vida dedicada a construir una de las empresas más queridas de México, Roberto López falleció a la edad de 86 años, dejando un legado que ahora se encargan de administrar su hijo y sus nietos. El exitoso empresario fue despedido con este mensaje en las redes sociales de la empresa:

“Hace 70 años, Don Roberto López comenzó a escribir una historia que redefinió los sabores de su natal Nayarit y de todo México. Hoy honramos su memoria, lo despedimos como el grande que fue y celebramos el inmenso legado que nos deja con Salsa Huichol. Descanse en paz, Don Roberto.”

Actualmente, Salsa Huichol procesa 800 toneladas de chile anualmente, vende más de 100 mil botellas de salsa al día, genera empleo para unas 20 personas y factura más de $13 millones de dólares anuales. Sus productos pueden encontrarse en tiendas de autoservicio, supermercados y transnacionales como Walmart, Sam’s y Comercial Mexicana, entre otras. A futuro, la compañía planea desarrollar nuevos sabores de salsa y seguir expandiéndose a otros mercados para llevar el sabor de la salsa mexicana a todo el mundo.

Así concluimos la inspiradora historia de Roberto López Flores, un emprendedor determinado, persistente y apasionado que, en un momento crucial de su vida, decidió quedarse en su país para crear empresa y generar oportunidades para otras personas, convirtiéndose así en un referente para todos aquellos que hoy se encuentran emprendiendo con el propósito de impulsar el crecimiento económico de sus países. En sus propias palabras:

“México necesita más empresarios, no empleados. Porque llegar y poner la manita para recibir la quincena es muy fácil, pero esto los puede llegar a volver mediocres. Todo es fácil decirlo, pero es difícil decidirse… porque muy pocos se deciden a hacer algo, algo desconocido, algo que no existía.”

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